En mi vida en mis diferentes roles de consultor, coach, terapeuta, mentor, docente, padre, esposo y amigo, entre tantos roles que todos tenemos en la vida, es muy común encontrarme con procesos que son sistémicos, lo cual es natural, ya que el Universo en sí tiene comportamientos sistémicos, la vida tiene comportamientos sistémicos, las organizaciones y las personas tienen comportamientos sistémicos, donde las personas primeramente son impactadas por un sin número de sistemas alrededor y éstas impactan a las organizaciones, como dijera mi maestro de filosofía en la maestría de educación, estemos de acuerdo o no, nos guste o no.
Simplemente el comportamiento de nuestro astro rey impacta la vida de todo ser vivo de este nuestro planeta y de todos los planetas que componen nuestro sistema solar. Sabemos que tiene un comportamiento sistémico al día de hoy, por lo que podemos predecir las estaciones del año, anticipar que existen eras glaciares e incluso calcular eventos solares como son las explosiones solares.
Así como a niveles de física cuántica se vislumbran comportamientos sistémicos, es posible identificar en las empresas comportamientos que son sistémicos, teniendo impactos en los resultados de la misma, resultados de negocio, de ambiente de trabajo, de motivación, en la sociedad, entre muchos otros.
La cultura popular es sabía y tenemos múltiples refranes: si funciona no le muevas, si le funciona haga más de lo mismo, para qué cambiar si las cosas están bien, chango viejo no aprende maroma nueva. Estos refranes desde mi observador reflejan un entendimiento del entorno de forma sistémica.
Ahora bien, lo sistémico tiene que ver en parte con algo metodológico: identificar patrones, identificar formas, identificar secuencias o pasos, identificar comportamientos repetitivos, identificar rutas, entre muchos otros puntos.
El tema de este blog nace porque estamos en época de elaboración de presupuestos anuales, es decir, en la parte de planeación financiera. En algunas empresas están cerrando el ejercicio, en otras están a medio camino, otras estarán arrancando.
Si bien es cierto que es un ejercicio arduo, casi titánico, que en la mayoría de los casos las personas que se dedican a planeación financiera disfrutan enormemente el ejercicio, a pesar de lo extenuante, tal vez en sus casas no lo disfruten tanto por las largas jornadas de trabajo, pero el que es apasionado del tema lo disfruta.
Ahora bien, es un proceso en el fondo metodológico, por lo tanto cae en el mundo sistémico. Los pasos que se realizan son muy similares año con año, por no decir que son los mismos, en la mayoría de las empresas, porque si es así de metódico tiene que ser tan extenuante, desgastante y agotador; es para reflexionar.
Fuente: Pintura de Van Gogh The Starry Night, June 1889, que se encuentra en The Museum of Modern Art, New York https://en.wikipedia.org/wiki/File:Van_Gogh_-_Starry_Night_-_Google_Art_Project.jpg
Si entramos en la parte humana, es así porque lo disfrutan, y lo disfrutan enormemente, y es que esos planeadores financieros están pintando, creando, pincelando como un Leonardo DaVinci, un Van Gogh, Frida, Diego Rivera, el futuro del siguiente año. Están imaginándose el futuro, usualmente siempre prometedor, salvo excepciones. El presupuesto usualmente siempre pinta un futuro mejor que el año anterior y el ser humano así es. Nos gusta imaginar y crear el futuro, nos gusta conocer el futuro, jugando un papel de adivinadores organizacionales, chamanes que convierten objetivos, producción en ingresos, gastos, inversiones, y anticipan resultados, realizan rituales para asegurar el detalle de todos los puntos financieros como brujos de Catemaco.
Las personas de planeación financiera disfrutan esa creación de ese futuro para todos los colaboradores, les genera una adrenalina que sólo la pueden obtener a través de los números, de conocer el futuro antes que el resto de la organización, impulsando la generación muy probablemente de neuropéptidos, que impulsa la generación de oxitocina que ayudan a la salud y provocan de alguna forma que las personas tengamos estados emocionales nutricios.
La planeación financiera para ellos es como rapelear, correr autos, o correr un maratón para otros. Pero jugar al Nostradamus financiero de la empresa con evidencias “sólidas” financieras les da esa adrenalina que requieren.
Para ir cerrando, si lo viéramos 100% sistémico el proceso, perdería ese encanto para los planeadores, porque sería monótono, aburrido y perdería ese “charming” que les llama la atención. Pero así como en esta ocasión sucede con los planeadores financieros, las personas de TI, de Cobranza, de Producción, entre muchos otros, tienen sus propios procesos que alimentan ya sea ese Nostradamus, Da Vinci, Steve Jobs, Bill Gates, Shahani por mencionar algunos ejemplos, que traemos adentro de nosotros, porque el trabajo que desarrollemos con gusto y placer tiene un componente alto de arte, por ende de locura.
Te agradezco que me leas. Espero tus comentarios para seguir debatiendo en estos temas humanos y de negocios. Te deseo que tengas un excelente día, bendiciones para ti y toda tu familia.
Tus pensamientos se convierten en realidad; selecciona los mejores.
Emilio
