Esta semana recibí una de las noticias más impactantes para mí, el fallecimiento de uno de los empresarios, visionarios, innovadores y sobre todo, un hombre convencido de que somos capaces de lograr lo que nos proponemos, el Ing. Lorenzo H. Zambrano.
Mucho de lo que he aprendido en mi vida profesional se lo debo a él. Él no lo supo, pero definitivamente, él fue alguien que marcó, impulsó y sobre todo, dio múltiples oportunidades a miles de personas, como un servidor a crecer, aprender y darnos cuenta de que somos capaces de conquistar el universo.
Mi primer contacto con el mundo de LHZ y CEMEX, fue por allá de 1987, cuando yo era un Ingeniero de Soporte Técnico de Wang Labs. En ese tiempo, CEMEX tenía contratado un equipo de Automatización de Oficinas que se llamaba Wang Office, en el cual, contaba con una aplicación bastante sofisticada para el procesamiento de palabras, agenda y contactos; adicionalmente, tenía correo electrónico, que en ese momento sólo utilizaba con algunas personas, porque para el resto del mundo era algo muy extraño.
Mi trabajo era apoyar al departamento de Informática, ubicado en el cuarto piso del edificio de Constitución, en que el servidor estuviera actualizado en sus versiones. Al apoyarlos para mantener configurados su agenda y contactos, para mí era altamente sorprendente que para aquella época, tuvieran esa pasión por la tecnología y supieran cómo explotarla. La aplicación contaba con posibilidades de organizar información, lo que hoy es común para la mayoría de nosotros; pero adicionalmente, podía estructurar el nombre de la asistente, la forma de saludar a la persona, a la asistente, aniversarios importantes de las personas, de la esposa, de la asistente, entre mucha otra información. Y lo más sorprendente, es que él tenía toda esa información y la utilizaba completamente, cuando muchos de nosotros seguramente, nos quedaríamos con el nombre, teléfono y empresa.
El tiempo pasa y me contratan en CEMTEC, para hacerme cargo de una Gerencia, que en su momento se llamaba Gerencia de SIE’s. El nombre no dice mucho, pero era la gerencia responsable de los Sistemas de Información Ejecutiva de CEMEX.
Ese gran equipo que estaba formado de personas que desarrollaban las aplicaciones para el “Ingeniero”, era sumamente capaz, visionario e innovador; pero todo ese grupo era impulsado por las demandas que tenía el “Ingeniero”, de cómo quería ver, analizar, velocidad y homologación de conceptos y fórmulas.
Al revisar las aplicaciones, era impresionante ver cómo con esa visión, había logrado tener la información prácticamente en línea sobre ventas, por región, punto de venta, de cemento y concreto, la producción y el sistema de indicadores mensuales para su junta ejecutiva, en la cual, me acuerdo que pedía que no podía tardar más de 1 segundo entre gráfico y gráfico, algo altamente complejo por la cantidad de información, ya que eran datos en línea para análisis; con esos pedidos el equipo investigaba, era creativo y resolvía.
Hay un sin número de ejemplos de cómo nos hizo crecer al poner metas complejas y retadoras, pero invariablemente alcanzables.
Yo siempre dije, en CEMEX sólo hay un “Ingeniero”, y ése era LHZ, un gran hombre visionario, innovador y comprometido, pero sobre todo, alguien que me dio la oportunidad de ver que sí podemos, que podemos ser punta de lanza si nos lo proponemos y trabajamos en ello, porque tenemos todo lo que cualquier otro.
Esto lo podemos ver muchos mexicanos, hayan trabajado en CEMEX o no. Es increíble estar de viaje por el mundo y ver pasar un camión de concreto de CEMEX, ya sea en Dubái, España, Francia, Filipinas, Egipto o Colombia; o simplemente, pasando a USA por Laredo, avanzando un poco por la autopista 35, y ver el imponente silo de cemento con el nombre de CEMEX, todo esto lo hace sentir a uno orgulloso de nuestro país y decir, estamos conquistando el mundo.
Él fue el más visionario, fue quien abrió la brecha en el mundo, de que las empresas de México pueden ser globales; ahora, podemos ver esto en el Grupo BIMBO, América Móvil, Grupo Alfa con Nemak, Metalsa, entre otros con esa visión de que sí se puede.
Podemos escribir millones de anécdotas de todas las personas a quienes él impulsó, la mayoría de las veces sin estar consciente de a quién estaba ayudando, como lo realizó con todos los estudiantes que pasaron en su gestión en el ITESM.
Que descanse en paz LHZ.
Por el momento, detenemos este blog del día de hoy, para reflexionar sobre la vida y la importancia de agradecer.
Que tengan una semana llena de la ternura de Dios, y recuerden que hoy es el mejor día de nuestras vidas.
Excelente historia y reflexión !