Y lo importante para ti es…

En afirmación o en pregunta, es una conversación interna que ronda mucho en nuestras vidas, ya que es algo que está relacionado a la historia cultural metafísica que llevamos en nuestro ADN. Aristóteles fluye de manera importante en nuestro pensar, nada más observen cuántas veces al día se preguntan si lo que están realizando es correcto o incorrecto; en ese momento están trayendo a la mesa esa herencia griega.

No es ni bueno ni malo, simplemente, es que en esa pregunta acerca de si lo que hago es correcto o incorrecto, se deriva algo todavía más profundo para el ser: qué puede ser, es eso realmente importante para mí, para mi vida, para mi felicidad, para mi salud, para la sociedad.

La misma inercia social nos va llevando a realizar acciones y actividades, que muy seguramente no son importantes para mí, para mi salud, y tal vez que no están encaminadas a mi felicidad. Las metas que nos ponemos, en la mayoría de los casos, son impuestas por la sociedad sin preguntarnos, a pesar de que tenemos la capacidad de decidir. Usualmente, no nos damos el tiempo para dilucidar, la misma sociedad nos lleva en esa vorágine de actividades y responsabilidades que tenemos, muchas de ellas sin siquiera saberlo.

Regresemos a la pregunta central: ¿qué es lo importante para mí?, como comenté hace algunos blogs, para muchos el dinero es la respuesta en automático, pocos hablan de la salud, sobre todo si no han tenido ausencia de ella; escasas personas comentan de la felicidad o lo dicen porque es la respuesta socialmente adecuada para indicar que sí saben decidir; pero cuando les pregunto ¿qué es para ti ser feliz?, ¿en qué momento te sientes contento?, ¿con quién te sientes dichoso?, ¿qué trabajo te hace bienaventurado?, veo las caras de las personas y simplemente, se ven desencajadas, les he generado un quiebre interno porque realmente no saben qué los hace felices: si el dinero, si la familia, si el trabajo, si estar solos.

Para mí lo importante tiene varias aristas y la situación tiene que cumplir varias de ellas, entre las que destaco:

• Me tengo que sentir feliz con eso
• Debe de dejar algo a mi Ser en alguna de sus dimensiones: espiritual, emocional, física, biológica, intelectual, laboral o higiene personal.
• No debe de hacer daño a nadie
• Me debo de divertir con ello
• Me debe de dar paz y tranquilidad
• Me debe de dar la capacidad para interactuar con mi familia y/o amigos
• Me debe de dar la oportunidad de aportar algo a la sociedad
• Debe de estar o aportar al Decálogo de la familia
• No debe de ser obligatorio
• Debe de haber flexibilidad

Si la actividad, acción, reto, meta u objetivo que decida realizar, no cumple con al menos uno de los puntos anteriores, para mí no es importante, y no debería de dedicarle tiempo a las actividades que no son significativas.

Cuántas veces no hemos estado en conversaciones que ni al caso, escuchando y participando en temas que no nos dejan nada, que no tienen objetivo ni razón de ser, sino simplemente el de quejarse o comer prójimo. Como dijera una de mis cuñadas cuando eso sucede “enróllate y vámonos”.

Perdemos muchas horas en actividades y conversaciones que no son importantes para nuestro Ser, que es lo más relevante en nuestra vida; es por lo que existimos, para evolucionar nuestro Ser, siendo la propia vida la que nos va desviando de ese camino.

Te pregunto ¿Qué es lo importante para ti?, reflexiónalo y evita que la vida te lo arrebate, cambie y modifique, está en ti que eso no suceda.

El tema es profundo e interesante para un Jueves, para llegar a un espacio de reflexión personal antes del fin de semana. Paramos por el día de hoy, les agradezco todos sus comentarios y retroalimentaciones, gracias por leerme.

Que tengan una semana llena de la ternura de Dios, y recuerden que hoy es el mejor día de nuestras vidas.