En mi andar por la vida profesional y académica, me he encontrado con muchas situaciones en las empresas, en las cuales, no es claro por qué los resultados no se dan, o al menos no se dan como se espera, si están todas las condiciones para que lo hagan.
Hace algunos Blogs, escribí sobre la determinación como un factor clave para que los objetivos y metas se den, y este Blog puede considerarse como una continuación o un planteamiento con un observador adicional.
He visto casos, muy recientes, en los que las empresas proveen de todo a sus colaboradores en una ubicación, instalaciones de primer mundo, limpias, bien iluminadas, computadora, buen trato hacia el colaborador, cordialidad, se respira un ambiente excelente de trabajo, no hay carencia alguna. Por otro lado, en otra instalación de la misma empresa, no tiene las mismas facilidades, digamos que las condiciones son pobres o mínimas, el trato al empleado es igual, no hay una diferencia significativa.
¿Dónde creen que los resultados se dan mejor?, ¿dónde creen que el colaborador está más satisfecho?
Aunque usted no lo crea, en el lugar donde las instalaciones son más modestas y las condiciones no son las mejores, se logran mejores resultados de negocio y mayor satisfacción del colaborador, y las diferencias, si son significativas, no son menores.
Si revisamos empresas de éxito, éstas iniciaron con muchas carencias, recursos y espacios limitados, algunas veces con problemas para pagar la nómina; lo anterior, provocó que los fundadores y el equipo de trabajo original se esforzaran aún más, se preocuparan por mejorar su situación, por superarse, se pusieron más retos y tuvieron mayor determinación, que en este caso, podemos asociarla con la ambición de lograr los resultados. No se conformaron con un punto de sobrevivencia, porque si no, jamás generarían los recursos para tener mejores instalaciones, computadoras, entre otros.
El trabajo en equipo por toda la comunidad, que es la empresa, es vital que esté alineado, ya que su trabajo debe de traer valor a la organización, para que ésta pueda retornarla en ingresos. Los ingresos para una organización son como el aire para el ser humano, no es por lo cual vivimos, pero sin ellos morimos.
Es común escuchar que “el hambre” lo hizo que progresara, ese “hambre” permitió que surjan las ideas, el ingenio y se evidencie la determinación de los seres humanos hacia su persona y la empresa.
Es fundamental evidenciar que las empresas no tienen recursos finitos, porque ninguna los tiene, ni Apple, Google o GE; nadie tiene los recursos para soportar la falta de una determinación y ambición.
Quiero aclarar que no estoy indicando que las personas no merecen tener un espacio y condiciones laborales excelentes; simplemente, estoy más que de acuerdo en que merecen lo mejor. El reto que estoy evidenciando es que se debe de mantener la ambición, que se deben de dar cuenta que tenerlo cuesta y que hay que ganárselo, que no está en automático; si la organización no tiene los recursos para darlos, cada persona debe de darse cuenta que su ambición es fundamental para lograrlo.
Un vendedor deja de vender cuando pierde el hambre; la anterior, es una frase muy común en el ámbito de ventas. En toda la empresa debe de existir ese hambre, en el fondo todos somos vendedores, aunque creamos que no lo somos, porque en la vida constantemente, estamos vendiendo algo.
El foco es mantener la ambición en el equipo por lograr las metas de negocio.
Que tengan una semana llena de la ternura de Dios, y recuerden que hoy es el mejor día de nuestras vidas.
Abrazos y Bendiciones
Me recordó al libro de Gung Ho! Gracias Maestro Emilio. Saludos cordiales.
Gracias Juan Manuel, que bueno que te recordó algo positivo.
Saludos
Excelente reflexión, de gran valor para compartirla con los muchachos y mantener el “motor” en marcha.
Sólo tengo una observación que hacer, en donde dice “Es fundamental evidenciar que las empresas no tienen recursos finitos” creo que debe de decir “recursos infinitos”.
Un fuerte abrazo.