Recuerdo con total detalle, la conversación con una señora de la tercera edad, que durante mi adolescencia me dijo: “Si quieres saber cuánto vales para las personas, sólo tienes que decirles que NO”. En su momento, me costó comprender tal consejo, pero con el paso del tiempo fui entendiendo lo que trató de sugerirme. Hoy lo relaciono con el saber establecer límites en mi vida…en una palabra, a poder decir: ¡NO! en el momento oportuno.