En las últimos blogs, he tocado temas variados, desde la propuesta de terapeuta empresarial y la importancia de incluir la felicidad en la planeación estratégica, hasta las formas de gestión en nuestra cultura de urgencias sobre lo importante.
Así como en las organizaciones hay urgencias y éstas predominan sobre lo importante, en muchas de nuestras vidas también eso pudiera prevalecer; para muchos, el trabajo lo es todo, sin ser esto bueno o malo, así es, pero ¿qué tanto de esto es decidido conscientemente?
La vida da muchas vueltas, y cuando menos espero, ya se me pasó el tiempo, el momento o las capacidades para realizar ciertas actividades. Te invito a que reflexiones qué cosas has dejado de hacer que quisieras realizar, nunca es tarde para llevarlas a cabo.
Te voy a platicar de SEMCO, una empresa brasileña, la cual tiene una filosofía y visión muy interesantes, sobre cómo combinar la vida de las personas con la parte laboral. La organización posee lineamientos poco habituales, bajo una cultura empresarial tradicional; voy a mencionar un ejemplo como muestra: la empresa, te da una tarde de la semana para que hagas lo que te gusta hacer, para que acompañes a tus hijos a eventos, estudies alguna otra carrera o realices algo personal. La postura de esto, es que se te da ese tiempo para que lo hagas ahora, porque en 20 años ó más, cuando te retires, no vas a poder realizarlo porque tus hijos ya crecieron, o no vas a tener las fuerzas para hacer las otras actividades. La compañía es internacional y es altamente victoriosa, es un caso de éxito.
Regresando al tema de las urgencias en la vida, desde mi perspectiva, está en mi poder decidir qué hacer y qué no hacer; decidir está directamente relacionado con la capacidad de realizar declaraciones, algo fundamental en la vida de todos. Viktor Frankl, en su experiencia en los campos de concentración nazi, indicó claramente: me pueden quitar todo, me pueden torturan, desnudar, quitar la comida, entre otros, lo único que no me pueden quitar, es la decisión de cómo me quiero sentir ante esta situación, ese poder es mío.
Esas sabias aportaciones de Frankl, seguramente las hemos escuchado muchas veces, incluso desde nuestro interior, y se nos complica realizarlas. Entonces, así como Watzlawick nos señala que no se puede no comunicar, yo indico que no se puede dejar de decidir, es decir, el no tomar una decisión, en sí, es tomar una resolución.
Estar consciente de que tengo la capacidad de decidir en cada uno de los aspectos y momentos de la vida, es algo que te invito a aplicar, y puedes comenzar haciendo declaraciones del tipo:
- Yo decido sentirme feliz hoy y siempre
- Yo decido que nunca me falte nada
- Yo decido tener sólo relaciones sanas
- Yo decido que me alimentaré sanamente
- Yo decido ser exitoso
- Yo decido proyectar seguridad
- Yo decido tener armonía en mi vida
- Yo decido tener tiempo para la familia
- Yo decido ejercitarme diariamente
Hago un acotación de que no es un pedido, es una declaración desde todo mi ser, de que eso es y será así. Para cerrar, quiero indicar que yo decido si quiero trabajar en lo urgente o en lo importante.
Por el momento, aquí paro la conversación, en un blog posterior tocaremos las urgencias de la vida, gracias por leerme.
Que tengan una semana llena de la ternura de Dios, y recuerden que hoy es el mejor día de nuestras vidas.
gracias!!!
Excelente, y muy oportuno, considero que es pasar de víctima a ser responsable de uno mismo, es un tema de madurez, Gracias Emilio !